Aquí tenemos la carta de Francisco José Raja Sánchez en el diario información de ayer, 29 de abril del 2012, publicada en la sección "El lector opina". Esta carta debería hacernos reflexionar sobre todo lo que está pasando.
"Mi hija Marta tiene 5 años. Asiste al colegio Princesa de Asturias de Elche desde su creación, hace ya 3 años. El colegio está creado administrativamente, pero sin una ubicación propia. A Marta le encanta que le cuente historias y hablemos antes de ir a dormir. Muchas veces me habla de su cole, y pregunta que por qué tienen que mudarse e ir a otro sitio. Yo le digo que su cole es como un cangrejo ermitaño. Como ellos, su cole es muy frágil (lo componen niños y niñas que van de los 3 a los 6 años), que están como ellos indefensos, y que como ellos, han de buscar una concha vacía para guarecerse. Durante estos últimos años nuestra concha ha sido el colegio Gabriela Mistral, justo en el otro extremo de la ciudad. Por eso Marta madruga mucho más que sus amigos y ha de acudir a diario en autobús. Le cuento que, como los ermitaños, han crecido tanto que ya no caben, y han de buscar una nueva concha (de hecho su actual clase tiene unas dimensiones irrisorias, aunque parafraseando al ministro de Educación Jose Ignacio Wert, ese hacinamiento va genial para que los peques se socialicen ya que no les cabe otra). El próximo curso nuestro ermitaño ha de buscar nueva concha, y parece que el vetusto colegio Carlos III (debe tener cerca de 50 años) será nuestro próximo destino. Es nuestro sino, una diáspora de críos en busca de la tierra prometida, niños en busca de colegios. Mientras en un lugar muy lejano llamado Castellón, existe un aeropuerto vacio en busca de aviones (instalaciones que han costado cerca de 200 millones de euros con los que se podrían hacer casi 50 colegios). El ermitaño irá en su busca cuando crezca, debe ser una concha comodísima. Mientras, y a falta de aviones, sobrevuela la vergüenza y la desfachatez. Y colorín colorado, este cuento aún no ha acabado."