La ansiedad ante los exámenes se puede convertir en un verdadero problema cuando una persona se estresa tanto al hacer un examen que no puede controlar los nervios a fin de concentrarse en las preguntas del examen y dar lo máximo de sí misma. Por eso como futuros docentes debemos mostrar a nuestros alumnos una serie de pautas para que ellos mismos se sientan preparados para afrontar el reto, manteniendo la ansiedad. A continuación mostramos los siguientes pasos:
Pide ayuda. Explícaselo a tu madre, tu padre, tu profesor o el psicólogo escolar de tu colegio. El mero hecho de hablar con alguien sobre tu ansiedad ante los exámenes puede ayudarte a sentirte mejor. Descríbeles qué te ocurre cuando te enfrentas a un examen y ellos podrán ayudarte a encontrar algunas soluciones. Por ejemplo, aprender técnicas de estudio puede aumentar tu confianza en ti mismo el día del examen.
Prepárate bien para el examen. Presta atención en clase. Haz los deberes. Estudia para el examen. Si lo haces, será más probable que el día del examen tengas la sensación de que dominas la materia.
Espera lo mejor. Una vez te hayas preparado para el examen, piensa en positivo. Dite a ti mismo: "He estudiado y estoy preparado para dar lo máximo de mí mismo".
Aparta de tu mente los pensamientos negativos. Estate pendiente de cualquier mensaje negativo que puedas estar enviándote a ti mismo sobre el examen (por ejemplo, "No se me dan bien los exámenes" o "Si saco mala nota en este examen, suspendo la asignatura"). Este tipo de pensamientos puede empeorar la ansiedad e impedir que hagas bien el examen.
Acepta tus errores. Todo el mundo se equivoca. Sé más condescendiente con tus propios errores, sobre todo si te has preparado para el examen y para rendir al máximo.
Cuídate. Rendirás mejor si dedicas suficiente tiempo a jugar, duermes lo suficiente y te alimentas bien. Esto es importante todos los días, pero asegúrate sobre todo de cumplirlo el día antes del examen.